La Piña Curiosa

Es bien sabido por la mayoría de todos nosotros que los alimentos más azucarados, grasientos, fritos, capeados y en general los más deliciosos no son lo que se dice del todo saludables, y es que de acuerdo con diversos estudios a nivel internacional, al día de hoy los países latinoamericanos son los que presentan un mayor índice de muertes por enfermedades cardiovasculares y sintomatologías relacionadas con el sobre peso y la obesidad. En la mayoría de los casos el problema reside en que realmente no somos conscientes de los tipos de alimentos que estamos incluyendo a nuestra dieta cotidiana, por ello en este artículo te diremos qué comidas son las que deberías considerar eliminar de tus hábitos alimenticios. Embutidos. Alimentos como el jamón de cerdo, la longaniza, el salami, la mortadela, las salchichas, el chorizo, entre otros más, son embutidos con un alto contenido de grasas saturadas. A diferencia de otro tipo de carnes como las de pollo o de pescado que por cada 100 gr aportan poco menos de 1.5 gr de grasas saturadas, por cada 100 gr de estas “carnes frías” la cantidad aproximada de grasas saturadas es de 10 a 13 gr. El gran aporte de grasas saturadas de estos alimentos aumenta considerablemente el riesgo de presentar sobrepeso, obesidad y enfermedades cardiovasculares como infartos cardiacos y accidentes cerebro vasculares, esto de acuerdo con diversos autoridades de salud. Por otro lado los embutidos presentan una gran cantidad de nitratos, los que al consumirlos en exceso pueden tener un efecto cancerígeno. Jarabe de Maíz de Alta Fructuosa. Este tipo de edulcorante es utilizado en la industria alimentaria para proporcionar un sabor agradable a diversos alimentos, el problema reside en que dicha sustancia se encuentra presente en casi todo los que consumimos a diario, desde cereales, bebidas azucaradas, mermeladas, pan empaquetado y otros tantos alimentos que a largo plazo pueden producir un daño cebero en nuestro organismo. De acuerdo con especialistas en nutrición, el consumo excesivo de fructuosa puede aumentar los niveles de colesterol malo o LDL y triglicéridos en la sangre, ocasionando que los riesgos de presentar diabetes mellitus tipo II, resistencia a la insulina y sobrepeso sean más latentes. Papas Fritas. A pesar de que a muchos de nosotros se nos haga agua la boca de tan sólo de pensar en ellas, son un alimento muy dañino para la salud, pues tienen un alto contenido de grasas saturadas, grasas trans y colesterol, sin mencionar el aporte de hidratos de carbonos refinados. De acuerdo con diversos especialistas, las papas fritas tienen un aporte promedio de 500 calorías por cada 100 gr, 32 gr de grasa y 4 gr de grasas saturadas, además de un gran aporte de sodio, lo que en palabras mortales significa que representan prácticamente un infarto seguro. Bebidas con Azúcar y Jugos de Néctar. De acuerdo con diversos estudios a nivel internacional, el consumo de bebidas azucaradas ha aumentado considerablemente año a año desde hace poco más de dos décadas. Este consumo excesivo de bebidas se asocia a un notorio aumento del sobrepeso y obesidad así como de enfermedades como la diabetes mellitus tipo 2, resistencia a la insulina e hipertrigliceridemia. Se estima que una lata de 350 mlt de bebida gaseosa tiene alrededor de 12 cucharaditas de azúcar, y una botella individual de jugo de néctar contiene aproximadamente 17 cucharaditas de azúcar, lo que significa que un consumo constante de este tipo de productos puede aumentar significativamente el riesgo a padecer enfermedades cardiovasculares e inclusive ocasionar una muerte prematura. Helado. Si bien existen diferentes tipos de helados, generalmente los más comerciales contienen grasas saturadas, trans, colesterol y azúcar. Se estima que una taza de 200 mlt de helado de chocolate aporta aproximadamente 287 calorías, 14 gr de grasa, 9 gr de grasas saturadas y 34 gr de azúcar, lo que se traduce como una impresionante bomba de glucosa para nuestro organismo. En temporada de calor los especialistas recomiendan consumir frutas jugosas de temporada para apaciguar la sed y refrescar el organismo, afirman que estas medidas son mucho más efectivas para combatir las altas temperaturas que la ingesta del helado. Todo en exceso hace daño, hasta una alimentación “Súper balanceada” puede causar ciertos efectos contraproducentes en nuestro cuerpo, lo importante es tomar las medidas pertinentes para cuidar de nuestra salud y no abusar de aquello a la larga nos puede traer graves consecuencias.